Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Salesiano (Tegucigalpa, 29 de diciembre de 1942), es un cardenal hondureño de la Iglesia católica y arzobispo de Tegucigalpa. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Instituto Salesiano San Miguel, graduándose de Bachiller, ingresando a la Congregación Salesiana o Salesianos de Don Bosco (Sociedad de San Francisco de Sales) en 1961, poco antes de completar su formación de magisterio; estudió teología y filosofía en el seminario, además de música clásica, su pasión juvenil: posee estudios de piano, saxofón, armonía y composición y dirigió una orquesta en el seminario mayor. Es además un destacado intelectual, doctorado en teología en la Universidad Pontificia Salesiana antes de estudiar psicología clínica y psicoterapia en Innsbruck. Entre 1963 a 1975 ejerció la enseñanza elemental y después fue profesor de química, física, música sacra y al fin de teología moral y eclesiología. Domina cinco idiomas además de su idioma natal: inglés, francés, italiano, alemán y portugués, además posee el título de piloto aeronáutico. Fue ordenado en 1970 en Guatemala; ese mismo año fue designado como asistente del arzobispo de Tegucigalpa. Entre 1975 y 1978 ejerció el cargo de Decano de la Facultad de Teología de la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, hasta que recibió el nombramiento como obispo el 8 de diciembre de 1978. En 1981 Fue nombrado Obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Copán, cargo que administro hasta 1984. El 8 de enero de 1993 fue nombrado arzobispo de Tegucigalpa. En el consistorio del 21 de febrero de 2001 el papa Juan Pablo II le nombró cardenal de Santa María de la Esperanza y fue el primer hondureño en obtener esta dignidad. A la muerte de Juan Pablo II fue citado como uno de sus posibles sucesores en el solio pontificio. Recibió en 2008 el premio Frankl del Ayuntamiento de Viena por su compromiso con los pobres.
Se hicieron célebres sus batallas contra la droga y la corrupción, que lo han obligado a viajar con escolta. En la iglesia hispanoamericana es generalmente reconocida su habilidad para conjugar modernidad y tradición. En los días posteriores al ataque a Irak a finales de marzo de 2003, declaró que las verdaderas armas de destrucción masiva son la pobreza y la injusticia, que es preciso repensar los principios del derecho internacional y que los países más pequeños, como los de Hispanoamérica, no pueden negociar como vasallos de un imperio. Es miembro de la Congregación para el Clero, del Consejo Pontificio de la Justicia y de la Paz, del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, de la Pontificia Comisión para América Latina y del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo de Obispos; el 5 de junio de 2007 Benedicto XVI le nombró presidente cuatrienal de Caritas Internationalis. Desde 1996 dirige la Conferencia Episcopal Hondureña.
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