La necesidad de disponer de materiales más duros que la piedra y la búsqueda de metales preciosos llevó al hombre a descubrir otros metales, allá por los años 4 000 a.C. este nuevo momento de la humanidad ha sido dividido en tres edades definidas: edad de cobre, edad de bronce y edad de hierro.
La Edad de Cobre (4.000 a.C.)
El cobre es el primer metal que reemplaza a la piedra. Su uso se difundió rápidamente debido a su fácil obtención y a su gran maleabilidad; es decir, podía ser trabajado y modelado sin mayor dificultad. Además se le podía encontrar en estado puro, o sea, separado de otros minerales.
Al aumentar la demanda del cobre, tuvo que buscársele en los yacimientos. Allí se encontraba mezclado con otros minerales. Para separarlo, se recurrió al fuego. Nació así la metalurgia, otro paso decisivo en el progreso de la humanidad.
La Edad de Bronce (3.000 a.C.)
La necesidad de endurecer el cobre indujo a una serie de ensayos de aleaciones con otros metales. Mezclando el 90 por ciento de cobre con el 10 por ciento de estaño se obtuvo el bronce. Con esta nueva aleación se comenzó a fabricar nuevas armas, ornamentos y utensilios.
Los pueblos que tenían armas de bronce vencían fácilmente a los que sólo conocían la piedra. De este modo comenzó a hacerse más notoria la dominación de unos pueblos sobre otros.
La Edad de Hierro (1.500 a.C.)
Con el conocimiento del hierro el hombre mejoró notablemente sus herramientas y armas. El dominio de la naturaleza se hizo con menos esfuerzo y la cultura alcanzó un formidable desarrollo. Precisamente fueron los hititas los primeros en utilizarlo. Más tarde fue conocido en el Asia Menor y en Europa.
El uso de este metal tuvo doble efecto en la humanidad. Por un lado, se comenzaron a crear industrias, tales como la alfarería y la fabricación de instrumentos de metal. Nació así el comercio. Las poblaciones densas formaron ciudades y se amplía la cultura. Al lado de este aspecto positivo, se inició el dominio por parte de los más fuertes, cuyos resultados se perciben en la esclavitud y las desigualdades sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario